jueves, 7 de julio de 2022

ROSABULARIO XV: Las palabras de Rosa María González Motilva

 Ha pasado un poco más de un año desde la última entrada con tus palabras, mamá. La próxima no tardaré tanto. Hoy me ha parecido un buen día para volver aquí y recordarte por escrito (en mi cabeza nunca te olvido), con eso de que el 7 de julio solías olvidar mi santo (creo que es lo único que se te olvidaba y tampoco era tan, tan importante). El 24 de junio, que hubieras cumplido 83, volvimos a ir a las Escolapias a leer un tebeo igual que cuando era niño. Y esta vez no me olvidé de la copica de moscatel a tu salud, mamá...

En la foto, la calle Rosellón en el 79. Fuente: blog Adiós, Zaragoza antigua.

Es fácil que estemos ahí entre la multitud... quién sabe.



-cabezón de Noviercas: si no me equivoco, es un expletivo de cosecha de mi madre, que nunca he oído a otra persona y que, por supuesto, no sale en ningún buscador.

-güelgüenza: vergüenza.

-grazosio: gracioso.

-menutio: minuto.

-ostriquitri: eufemisno. "Te doy una ostriquitri".

-que te den pa' un burro: eufemismo.

-remudio: remedio.

-servituallas: servilletas.

-moribundiarse: morirse.

-taustano: ventosidad.

jueves, 9 de junio de 2022

Firmando en la Feria del Libro de Zaragoza 2022

 

Estaré firmando (casi todas) mis obras en el stand de Ediciones Tusitala (caseta nº 36) en el siguiente horario:

-jueves 9 y viernes 10 de junio: de 18 a 21,30 horas.

-sábado 11 y domingo 12 de junio: de 11 a 14 horas y de 18 a 21,30 horas.

¡Nos vemos!

martes, 19 de abril de 2022

Firma Día del Libro Zaragoza

 Este sábado 23 estaré firmando mis obras en el Paseo Independencia, esquina con Casa Jiménez (Arcada 74). ¡Nos vemos!





El sueño de Kingasunye

Postrada en el suelo de su boma, rodeada de sus nietos vacunados, Kingasunye tose y aguarda tranquila el momento de irse. A veces dormita y sueña con sus cabras, las acacias de la sabana y su difunto marido. 

Al despertar,  sus nueras le ofrecen leche con sangre de buey; la rechaza amable. No se recuperará.

Sonríe a los presentes. Hambruna o enfermedad nunca le robaron la sonrisa; tampoco esta vez.

Al sumirse en su postrer sueño, Ngai le trae la lluvia y Kingasunye es feliz, pues sabe que para cambiar la realidad, antes hay que soñarla.