viernes, 26 de abril de 2019

jueves, 25 de abril de 2019

Los fans de "El Eskrull Achispado" reclaman su entrada de cada día


En la foto no se oye mucho, pero sus juro que el público lector tomó la calle para reclamar al señor autor -el calvo paliducho de azul de la izquierda- su entrada diaria en el blog de "El Eskrull Achispado"...

Palabras textuales de uno de los fans: "Si es que yo no concilio el sueño si no me leo antes mi entradica de cada día de El Eskrull  Achispado, oiga usté."
Luego tuvieron que intervenir los de antidisturbios y todo XDDD...

lunes, 22 de abril de 2019

Cuentos de "El Eskrull Achispado" (47)

-No hay derecho, no señor -masculló Toño Starsky, la mirada fija en la jarra de zarzaparrilla-. Da uno lo mejor de sí mismo, y así se lo agradecen... Sic transit gloria mundi...
-Et cum spiritu tuo. Oye, Hombre de Lata, ¿te importa si te dejo solo un momentito? -le preguntó Jocaspa, que acababa de terminarse su chupito de 3-EN-UNO.
-Sí...
-¿Sí te importa?
-Ya...
-¿Me estás escuchando?
-Vale...
-Voy a pedirle a las dos Cerillas Humanas que me fundan y te sirvan la colada resultante en una jarra grande.
-Claro...
-Hala a cascarla.
-Ajá...
-Estrella Plateada, tenemos que hablar -llamó Jocaspa.
-¿Has oído eso? -preguntó Ben Grima desde la mesa vecina a la del Hombre de Lata.
-Montones de veces -admitió Bumerang.
Tras un breve bisbiseo, el centenar largo de supertipos y los diecinueve mil y pico antihumanos de "El Eskrull Achispado" guardaron silencio e hicieron oreja.
-¿Sí, querida mía? -se acercó Estrella tras salir de los lavabos.
-No eres tú, Estrella. Soy yo.
-¿Hay otro?
-Sí. Piños de Sable es muy sensible y le gustan los haikus.
-¿Piños de Sable? ¿Me dejas por semejante paquete?
-Pues sí, ahora que lo dices.
-Me hubiera leído la letra pequeña antes de firmar –se lamentó Estrella Plateada-. Otro gallo cantaría...
¿Lloran las robotas casquivanas tirando a sensibles? ¿Y los heraldos de Jalactus? (habría que leerse todo el contrato y aunque Nos seamos omnipotentes, tenemos una vida como todo quisque). Nunca lo sabremos: Duermenmú, la Maru y la hija de la Maru eligieron ese momento para dejarse caer por la taberna y soltar un tufo a grimorio del bueno.
Los tres recién llegados desde la Dimensión Negruzca habían recorrido los millones de kilómetros místicos - unidad de medida un tanto sobrevalorada- en un periquete. Arcano, pero periquete.
-¿Otra Cerilla Humana? -se extrañaron a la par Juanito Tormenta y la Cerilla Humana Original.
-Sí, pero esta es de las sobrenaturales -explicó Jacobo Frisqui.
-Seguro que él sabe calentarme la salchicha -dijo el Hombre Sorbete.
-Las pibas están bien buenas -comentó Minimus, dándole una palmada en el brazo al Hombre Kosa-. ¡AAAAHHHH!
-¡Mi madre! -exclamó Ojo Falcónido.
-¡Su abuela! -soltó Jalactus.
-¡Mi suegra! ¡Mi esposa! ¡Mi tío político! -dijo el Doctor Rarillo, guardando a toda prisa sus duples de sotas-cuatros.

domingo, 21 de abril de 2019

Cuentos de "El Eskrull Achispado" (46)

(Corramos un velo de cretona sobre tan avergonzante escena, que el presupuesto no está para rasos, satenes, tafetanes y fruslerías similares.)

-¡Qué asco, por favor! -comentó la Bestiola, una vez en petit comité.
-Creo que me estoy mareando -dijo Jacobo Rosel.
-He arrancado cabezas por muchísimo menos -se quejó Kalibán.
-Pfui! Voy a necesitar ayuda psicológica -se lamentó Conrado Carretero.
-Yo conozco a un psiquiatra que es la bomba -le informó Karmen el Cazador-. Te paso su número.
-Danke, ¿acepta pacientes mutantes?
-Claro, con eso de que es superhéroe te hace hasta descuento.
-¿Y a ti qué tal te fue con él?
-De pila máster, oye. Doc Sansón es de la nueva escuela: poco fármaco y mucha empatía. Empatiza tanto que al final de la sesión está peor que uno y eso es algo muy terapéutico para el paciente, qué quieres que te diga.
-Igual le llamáis los ocho y os hace un barato -dejó caer Loba Viperina.
-¡Fo! Jesú Santísimo. El culichumbo este está podrío.
-Su alteza -dijo la Panthera Negra, mientras se subía los pantalones de poliéster reforzado con vibrantonio.
-Su alteza culichumbo -dijo Tigre Blancurrio.
-Tú eras un poco caníbal, ¿no? Como soy un rey tan magnánimo y tan enrollao, te eximo de olisquearme las posad... ¿Sí? ¡Ah, hola, Juanito, cuánto tiempo! -le dijo la Panthera a su Samsung Orisha S6.
-Güendigo... -dijo Güendigo, alejándose con la cabeza gacha de las regias asentaderas.
-Tan cerca y tan lejos, que dijo el poeta -se compadeció Tormentosa-. Yo se las muerdo a diario.
-¿Qué poeta? -se interesó la Bestiola.
-Uno idiota, fijo -aclaró Loba Viperina.
-¿Qué me estás contando, Juanito? Descuida, máxima prioridad. Vamos para allá zumbando. Gracias por avisarme, tío. No cambies nunca. Ya sabes que te quiero como a un hermano. No sé qué haría yo sin ti.
-¿Quién era? ¿Qué pasa? -preguntó el Lobisome.
-El gilipollas de Juanito Tormenta. Que hay problemas en "El Eskrull Achispado" y de los gordos. Vete arrancando el Kinjet, Bestiola, que vamos para allá.
-¿Y el Pedrolo del alma? -preguntó Juanqui McCoy.
-Es una cuestión de prioridades. Primero está "El Eskrull Achispado", luego Guakanda y después el resto. Oye, Tormentosa, ¿quieres decirle al niño este que deje de intentar olerme el culo?
-Ven aquí, guapo.
Guay Child se acomodó de un brinco entre el espléndido melonar de ébano de la reina y ambos vieron alejarse al grupo de superanimales -alguno con varios doctorados summa cum laude, ojo- camino del Kinjet aparcado de cualquier manera en doble fila.
-Gugu-tata -se despidió de ellos Guay Child.

sábado, 20 de abril de 2019

Cuentos de "El Eskrull Achispado" (45)

-Esta vida nos depara trances más graves que tener que olfatear el turgente trasero de una joven diosa africana y futura señora de Rosel -comentó el Lobisome por lo bajini.
-Como que le arranquen a uno la cabeza -abundó en la idea Kalibán.
-En peores plazas he toreao -dijo Karmen el Cazador, tratando de hacerse un sitio.
-No me cabe duda -le soltó Loba Viperina.
-¡No empujéis! -se quejó la Bestiola.
-Entschuldingung!
-¡Dejen esa bayoya, mis panas! ¿Ya vieron el bumber de esa girla?
-Estoo, Tormentosa... -dijo Juanqui McCoy a la par que se disponía a agacharse a espaldas de esta-. Ya sabes que yo te respeto mucho y todo eso y si no fuera por la misión, yo no...
-Ah-ah -dijo Tormentosa agitando el índice.
-¿Ah-ah?
-Ah-ah. Que nones, vamos -aclaró la diosa africana.
-No lo pillo. -Juanqui McCoy miró hacia donde apuntaba el dedo de Tormentosa-. Ah. Ah-ah.
-¡La Panthera Negra recién se ñangotó! ¡Qué chavienda, mis socios!
-Ajum -explicó la Panthera en pompa al sexteto.
-¡POR AHÍ SÍ QUE NO PASO! -exclamaron los seis en atinado coro.
-Si lo sé no vengo. Con lo tranquilo que estaba yo en mi choza con mis bostas de gorila. ¿No podías olértelo tú mismo, su alteza? -preguntó Karmen el Cazador.
-Poder, podría... pero...
-¿Pero?
-Mis súbditos guakandeses perderían el respeto a su rey si este se huele el pompis como un vulgar perro sarnoso.
-Sin ofender -pidió el Lobisome.
-Su alteza -dijo la Panthera.
-La madre que te echó, su alteza -se avino el Lobisome.
El grupo empezó a recular visiblemente.
-¿Vais a dejar que el Pedrolo del Alga caiga en malas manos?
-Del Alma, Herr Kaiser -corrigió Acosador Nocturno.
-Bueno, sí, del Alma quería decir. Como era verde... Pues eso: todo sea por la misión. Y por evitar que mis drones francotiradores estratégicamente camuflados os droneen las partes pudendas a laserazos.
-¿Güendigo? -señaló Güendigo, recién salido del excusado, hacia el derrière de Ta´Challa.
-¡Caca, culo, pedo, pis! -soltó a la carrera un Guay Child la mar de risueño con su pañal nuevo de trinca.

viernes, 19 de abril de 2019

Cuentos de "El Eskrull Achispado" (44)

-¡El Pedrolo del Alma! ¡El portal al Mundo-Pedrolo! ¡Por mis sarnas y eczemas!
-¿No lo tenía Adán Guarro? -preguntó el Lobisome.
-No sé. Yo me lo ferié en eBay. Me costó una pastizara; para alguien que no sea rey como yo, se entiende. El caso es que estáis aquí para buscármelo.
-Haber llamado al Doctor Rarillo o al Hermano Yuyu, hombre, o sea, su alteza -dijo Karmen el Cazador-. O a mi señora Kalipso, ya puestos, que te lee un tarot haitiano que tiembla el misterio.
-Nosotros, más que místicos, somos un poco bestias, Herr Kaiser.
-Algunos más que otros -dejó caer Loba Viperina-. Aquí el colega tridáctilo es medio demonio nada más.
-Das stimmt... Pero mamá es una cambiaformas de las buenas -musitó Acosador Nocturno escondiendo la cola entre las piernas.
-Mi buen amigo Conrado Carretero aquí presente -intervino Tormentosa acariciando el cogote añil del corrido Acosador Nocturno- teleportará al grupo entero a través de los obstáculos una vez este dé con el rastro olfativo del Pedrolo. Guakanda es muy bonito y todo eso, pero hay jungla, maleza y pantanos a cascoporro, y cada cordillera que tira de espaldas.
-Si es que encima está concienciada con el bullying y tal, tío. A la que pueda, me monto una manada con ella fijo -volvió a susurrar Jacobo Rosel a Kalibán.
-A ver si te voy a tener que arrancar la cabeza -respondió Kalibán a la oreja peluda del Lobisome.
-No sabía que los Pedrolos del Infinito olieran -se extrañó la Bestiola.
-Oler, lo que se dice oler, no huelen -aclaró Tormentosa, sonriendo de soslayo a la Panthera.- ¿No, rey de mi vida?
-Su alteza -corrigió Karmen.
 -Ajum -carraspeó la Panthera-. El caso es que... la noche pasada estábamos ahí en el tálamo real dale que te pego y... nos dio por jugar. Ya me entendéis...
-También son ganas de complicarse en el tálamo, con lo bien que se hacen estas cosas en la cama, rica -comentó Loba Viperina, mirando a Tormentosa.
-Nein, yo no entiendo ni torta.
-... que se nos fue un poquillo de las manos y el Pedrolo del Alma acabó en salva sea la parte. Y a la mañana siguiente ya no estaba.
Los siete -recuérdese que a Guay Child le estaban cambiando el pañal y Güendigo había ido a hacer popó, que luego todo son pleitos por un quítame allá esa frase-, los siete, decíamos, se quedaron mirando hacia una parte concreta y prieta de la anatomía de Tormentosa.
-Ni lo sueñes -dijo Loba Viperina-. Hasta ahí podíamos llegar.
-¡TODO SEA POR LA MISIÓN! -exclamaron al unísono Tigre Blancurrio, Karmen el Cazador, Jacobo Rosel, Kalibán, Acosador Nocturno y la Bestiola.

miércoles, 17 de abril de 2019

Cuentos de "El Eskrull Achispado" (43)

-Ya era hora, chavales... -saludó la Panthera sin dejar de mirar su móvil.
-Hemos tenido problemas técnicos -mintió Juanqui McCoy.
-El peludo este, que no sabe pilotar -terció Loba Viperina.
-Yo... Es que le rasca la tercera -volvió a  mentir la Bestiola, mirándose las uñas de los pies.
-¡Tormentosa, mein Freund! ¡Cuánto bueno por aquí! ¡Anda que no ha llovido desde que dejamos la Patrulla Picante!
-Se exagera mucho con eso de las precipitaciones selváticas. Aquí en Guakanda la mitad de los días es que te torras -precisó Tormentosa, echándose la ebúrnea cabellera atrás para dejar ver su divino rostro de ébano.
-Y que lo digas -aseguró Jacobo Rosel-. La cara también es bonita, eso sí.
-Como que te estás fijando en ella -dijo Loba Viperina-. Tiran más dos t...
-¡Quiero pañal! -exclamó Guay Child a voz en grito, con un sentido de la oportunidad más que remarcable.
-¡Ay fo! ¡El nene echó tremenda criolla ahorita!
-¿Qué te pasa, bonito? -preguntó Tormentosa, acercándose a este último-. Uff, qué peste. ¡Guardias, lleváoslo!
-Tampoco es para meterlo preso, vamos, digo yo -le reprochó Karmen a la reina.
-Van a cambiarle el pañal.
-Ah.
-¿Güendigo?
-Al fondo a la derecha -le señaló Tormentosa con regio ademán-. No olvides tirar de la cadena y bajar la tapa.
-Si es que lo tiene todo, macho: guapa, niñera, comprensiva, hacendosa. Y con idiomas. Estoy por proponerle que sea la madre de mis lobeznos -susurró Jacobo Rosel a la oreja de Kalibán.
-Yo le dejaría que me arrancara la cabeza -coincidió Kalibán.
-Oye, Panthera, a todo esto. ¿Para qué nos has hecho venir? -preguntó Karmen el Cazador.
-¿Eh? ¡Ah, sí! Oye, Capitán Norteamérica, luego te llamo y echamos otra, que ahora mismo estoy liao. Tú, el del bigote, ¿qué me decías?
-Que para qué hemos venido a Guakanda.
-¿Su alteza?
-Uno ochenta y dos. Sin zapatos -contestó Karmen, alzando el mentón.
-No, que me trates de alteza. Es que soy rey y todo eso, por si no te habías coscao.
-Haberlo dicho.
-Su alteza.
-Haberlo dicho, su alteza -refunfuñó Karmen-. Si no fuera por la película...
-¿Qué película?
-Iba a decirnos para qué nos ha traído aquí, su alteza -intervino justo a tiempo Juanqui McCoy.
-Bah. Poca cosa. Peccata minuta, que se dice. Es que anteayer perdimos un Pedrolo del Infinito, ¿no, churri?
-Sí, rey mío -dijo Tormentosa.
-Su alteza -corrigió Karmen.
-¿El Pedrolo del Alma? ¿El del Tiempo? ¿El de la Mente? -preguntó la Bestiola echándose las zarpas a la cabeza..
-No sé, para mí que era así como verde -concretó la Panthera.