sábado, 24 de noviembre de 2018

Cuentos de "El Eskrull Achispado" (24)

-¿Sí? -dijo Ben Grima mientras se crujía los nudillos.
-Pues sí -respondió Esteban Rarillo, que dominaba un montón de lenguas muertas pero seguía sin pillar las interrogativas retóricas en cristiano.
-Una... dos... tres... cuatro... y cinco -contó Bumerang-. Oye, pues es verdad: han cabido todos los antihumanos y sobra sitio. ¿Cómo es posible?
-AJUM... -respondió el Doctor Rarillo.
La Kosa se disponía a soltarle un soplamocos por listo cuando reparó, para variar, en los ojos de Marlene Milagros de Todos los Santos.
-Si es que va provocando... -se disculpó Grima bajando el puño.
-¿No leísteis el Supertipos? Salió en portada y todo:

EL DOCTOR RARILLO LOGRA UBICAR
TABERNA SUPERHEROICA 
EN DIMENSIÓN DESCONOCIDA
(Más información en páginas interiores)

-Yo es que no compro el Supertipos -dijo Bumerang.
-¿Y eso? -le preguntó el Doctor Rarillo.
-Porque... porque... -se interrumpió Bumerang, entre pucheros.
-Esta vez no he sido yo, Bumpity, amigo -dijo la Kosa.

Extracto del Supertipos, nº 2837:

Doctor Rarillo: "En una profesión como la superheroica, pimplar en condiciones es necesario".

Díganos, señor Rarillo, ¿cómo...? Doctor. Doctor Rarillo. Que siempre ha habido clases.
Díganos, Doctor Rarillo, ¿cómo surgió la necesidad de una taberna exclusiva para supertipos como usted? Tras una breve pero intensa estancia mística a dieta de zumo de berros en las cumbres del Himalaya junto a mi mentor, el Agüelo, comprendí que el gremio necesitaba un lugar tranquilo donde empinar el codo tras el trabajo bien hecho.
Pero, ¿no es el colectivo superheroico demasiado numeroso para una simple taberna? Vamos, digo yo. Eso lo dice usted, que es un simple gacetillero y no está versado en las artes arcanas como yo. El Ojo de Amaretto me reveló la verdad: la taberna debía amoldarse a los parroquianos, no estos a ella.
Me lo explique. Con eso de que soy un gacetillero y tal. Cuando acabas de salvar el mundo, destruir una galaxia, reventar a un supervillano o bajar a un gatito del árbol, lo primero que te pide el cuerpo es algo para el coleto. Y es muy molesto que una vez en el bar no encuentres sitio para sentarte, ¡por las sombras de Serapio! Es más, jode bastante. Conque la taberna debía ubicarse en un espacio infinito por si las moscas. Me alegra haber podido ilustrar su ignorancia al respecto.
¿Y cómo consiguió dicho espacio infinito? Por su don de gentes no será... Es un secreto. Lo que pasa es que ya me está quemando la lengua más que la cazalla esta. ¿Si se lo cuento no lo incluirá usted en la entrevista, amigo plumilla?
Descuide usted, amigo Rarillo. Doctor Rarillo. Pues el caso es que, gracias a mis anteriores visitas a universos con los que usted jamás soñará siquiera, sabía yo de la existencia de un cacho de la Dimensión Negruzca que estaba libre y me lo apropié. Sobre todo, que no se enteren de esto Duermenmú ni su malvada hermana, la Maru o la liamos.
La duda ofende. Confíe en mí, doctor Rarillo. Una pregunta... Dígame usted.
¿Es "Duermemmú" con dos emes o "Duermenmú" con ene? Duermenmú con ene, simpático jovenzano currinche. ¿Por qué lo pregunta?
No, por nada.

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