miércoles, 17 de abril de 2019

Cuentos de "El Eskrull Achispado" (43)

-Ya era hora, chavales... -saludó la Panthera sin dejar de mirar su móvil.
-Hemos tenido problemas técnicos -mintió Juanqui McCoy.
-El peludo este, que no sabe pilotar -terció Loba Viperina.
-Yo... Es que le rasca la tercera -volvió a  mentir la Bestiola, mirándose las uñas de los pies.
-¡Tormentosa, mein Freund! ¡Cuánto bueno por aquí! ¡Anda que no ha llovido desde que dejamos la Patrulla Picante!
-Se exagera mucho con eso de las precipitaciones selváticas. Aquí en Guakanda la mitad de los días es que te torras -precisó Tormentosa, echándose la ebúrnea cabellera atrás para dejar ver su divino rostro de ébano.
-Y que lo digas -aseguró Jacobo Rosel-. La cara también es bonita, eso sí.
-Como que te estás fijando en ella -dijo Loba Viperina-. Tiran más dos t...
-¡Quiero pañal! -exclamó Guay Child a voz en grito, con un sentido de la oportunidad más que remarcable.
-¡Ay fo! ¡El nene echó tremenda criolla ahorita!
-¿Qué te pasa, bonito? -preguntó Tormentosa, acercándose a este último-. Uff, qué peste. ¡Guardias, lleváoslo!
-Tampoco es para meterlo preso, vamos, digo yo -le reprochó Karmen a la reina.
-Van a cambiarle el pañal.
-Ah.
-¿Güendigo?
-Al fondo a la derecha -le señaló Tormentosa con regio ademán-. No olvides tirar de la cadena y bajar la tapa.
-Si es que lo tiene todo, macho: guapa, niñera, comprensiva, hacendosa. Y con idiomas. Estoy por proponerle que sea la madre de mis lobeznos -susurró Jacobo Rosel a la oreja de Kalibán.
-Yo le dejaría que me arrancara la cabeza -coincidió Kalibán.
-Oye, Panthera, a todo esto. ¿Para qué nos has hecho venir? -preguntó Karmen el Cazador.
-¿Eh? ¡Ah, sí! Oye, Capitán Norteamérica, luego te llamo y echamos otra, que ahora mismo estoy liao. Tú, el del bigote, ¿qué me decías?
-Que para qué hemos venido a Guakanda.
-¿Su alteza?
-Uno ochenta y dos. Sin zapatos -contestó Karmen, alzando el mentón.
-No, que me trates de alteza. Es que soy rey y todo eso, por si no te habías coscao.
-Haberlo dicho.
-Su alteza.
-Haberlo dicho, su alteza -refunfuñó Karmen-. Si no fuera por la película...
-¿Qué película?
-Iba a decirnos para qué nos ha traído aquí, su alteza -intervino justo a tiempo Juanqui McCoy.
-Bah. Poca cosa. Peccata minuta, que se dice. Es que anteayer perdimos un Pedrolo del Infinito, ¿no, churri?
-Sí, rey mío -dijo Tormentosa.
-Su alteza -corrigió Karmen.
-¿El Pedrolo del Alma? ¿El del Tiempo? ¿El de la Mente? -preguntó la Bestiola echándose las zarpas a la cabeza..
-No sé, para mí que era así como verde -concretó la Panthera.

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