Cuentos de "El Eskrull Achispado" (59)

-No, si yo no... -dijo Esteban Rarillo.

-A mí también se me mueven las tripas en cuanto se me acerca el mamón de Julk -reconoció la Kosa.

Rayao Negro le mostró su pizarrín al maestrillo de las artes esotéricas esas:

-"Mi malhadado hermano Minimus se va siempre patas abajo nada más verme."

-No sabía que los antihumanos hablaran castellano místico -dijo Bumerang, volviendo a sacar su móvil.

En la barra, Estrella Plateada levantó la cabeza de su jarra:

-Es normal, Rarillo. Cuando Jalactus me despidió de forma improcedente estuve tres días sin ir al baño. O sea... No, que antes tampoco iba... -gimoteó Estrella, apoyando la barbilla en su pinta vacía.

-Yo no me avergüenzo de decirlo, sobre todo ahora que Julk ha cambiao de universo y todo eso. Ahora que como alguno se lo cuente, me lío a tortas con todos hasta que a mi amigo tiracosas le pongan serie regular, ojo.

-No entiendo -dijo Bumerang.

-Casi mejor. Digo... nada, nada, Bullying, colega. Que nos pasa a todos, Rarillo.

-Qué va, si yo funciono como un reloj, por los Guishanti, je, je.

-Yo soy más de judías verdes -dijo Juanito Tormenta.

-Lo mejor es el kiwi -comentó Ilusión-. Y las ciruelas pasas, ni te cuento.

-Oye, ¿tú no eras un androide? -le preguntó la Cerilla Humana Original.

-Sí. Uno muy bien hecho.

-No puedes reírte así, hechicerillo supremo -le dijo Jalactus a este.

-Eso es cierto -intervino Jocaspa-. Es un tema muy serio. Zorrezno era un chico encantador antes de que le creciera la almorrana.

-No, no. Que digo que Rarillo se ríe mal. Le falta un "je". Y habría sido preferible que el narrador escribiera que Rarillo se rió en vez de usar la onomatopeya, que esto no es un Mortadelo, repámpanos. Al menos ha usado una coma para separarlos, eso sí.

Nos, el Narrador Omnipresente y Pinturero, no podemos sino discrepar de las pomposas palabras del marisabidillo de Jalactus, que conste. La peña dice "jeje", mira tú si no cualquier grupo de Guasap. Si lo llegamos a saber, quitamos la coma esa. Pero vamos, que siga la acción, que Nos nos caracterizamos por nuestra condición de observador no participante y en absoluto intrusivo.

-Servidora no es por malmeter ni nada, pero igual estamos meando fuera del tiesto -dijo Madame Güeb-. Lo que urge ahora es...

-¡Equiliquá! -Estrella se levantó de un brinco de su taburete-. Oye, Jalactus, una cosa: que digo yo que, si ya no trabajo para ti, ¿cómo es que sigo sin tener escroto?

-También te corresponde finiquito e indemnización por fin de contrato temporal -le aclaró Bumerang-. Yo es que tengo mucha experiencia en estas cosas.

-¿Alguien sabe el número del abogado del sindicato de supertipos cósmicos? -quiso saber Estrella.

-Yo te puedo pasar el de Mateo Burdo -comentó Ojo Falcónido con un palillo entre los dientes-. Hemos tenido algún roce, con eso de que no comparto su forma de ver las cosas y que me chorizó la novia, pero el tío es barato. 

-... hacer equipos -bufó Madame Güeb.