jueves, 30 de agosto de 2018

Cuentos de "El Eskrull Achispado" (7)



El Hombre Kosa empujó sendas raciones extra de boquerones hacia Minimus y Ojo Falcónido.
-A falta de medusas, buenos son boquerones -aceptó Minimus, sentándose a la mesa.
-Yo es que acabo de merendar -mintió Ojo Falcónido-. ¡Marlene, guapa, un pitufo de tortilla cuando puedas! Por acompañaros más que nada.
El atribulado y feísimo doctor Sillas se sumió a la vez en su plato de boquerones y en las honduras de su amargo fracaso. Minimus podría habernos ilustrado sobre sus pensamientos, pero estando como estaba concentrado en no mancharse de vinagre el traje y dada su modesta capacidad como telépata, dudamos que su transcripción mental hubiera sido muy limpia. Así que nos, el Narrador, trabajaremos por una vez para variar:
El apesadumbrado y deforme doctor Sillas, decíamos, había depositado muchas esperanzas en el carcaj de Ojo Falcónido. Estaba harto de ser el último mono de las Kosas: Ben Grima era el ojito derecho de Marred Comics: chorrocientos mil números con los 4 Fantasiosos, Marred 2x1, pelis taquilleras... Y encima ligón, con lo feo que era el gacho; que si la chavala cegata esa, que si Tunda...
Y de la Cosa Pantanosa mejor no hablar: cómic de culto, guionistas y dibujantes del copón y ese aire de guaperas incomprendido.
Él, el Hombre Kosa, había tenido que esperar 34 años para salir en la gran pantalla y fracasar estrepitosamente. Y siempre más solo que la una en el pantano. Alargó la manaza hacia el plato ante Ojo Falcónido.
-Que dice el doctor Sillas que si seguro que no quieres los boquerones -aclaró Minimus, poniéndose la camisa perdida de vinagre.

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