-Eh... esto... hola. Oliverio Reina, para servirles -se presentó Flecha Rijosa, descubriéndose la rubia melena.
-¿Dónde están Julk, Dedusa, Minimus y el zumbao ese de la capucha blanca? -preguntó Ben Grima.
-El sortilegio del Faralá requiere cinco personas implicadas -explicó el Doctor Rarillo-. Efectos colaterales, fuego amigo, seguid sin mí, salvad al soldado Ryan y todas esas cosas.
-Igual podías haberlos avisado, digo yo.
-Igual, pero entonces no habrían querido. Lo arcano es lo que tiene: a veces hay que sacrificarse y no todo el mundo se lo toma de buen talante.
-Ya. Visto así -convino la Kosa.
-¿Dónde estoy? Ah... ya veo. Eh -saludó Flecha Rijosa.
-Eh -devolvió el saludo Ojo Falcónido.
-Eh -hizo otro tanto Bumerang.
-Oye, ¿tú eres el Galeno Extrañao, no? Te he visto en los tebeos. En el escaparate del quiosco en el rincón de los invendidos, quiero decir.
-Rarillo. Doctor Rarillo.
-¿Qué tal, Flecha Rijosa? Mucho gusto -se adelantó Bumerang, tendiéndole la mano.
-Tú tienes pinta de tirar cosas, pero no me suenas.
-Tenemos que hacer equipo por una causa más importante que todos nosotros. ¡Tiracosas, reuníos!
-Hombre, pues es una gran oportunidad: desde que me mataron en los 90, como que no ha sido lo mismo. ¿De qué se trata? ¿Algún imperio galáctico en apuros? ¿Un gerifalte cogido de rehén por el maloso de guardia? ¿La charanga del barrio mete mucha bulla? ¿Algún gatito en la copa de un árbol?
-Tienes que pasar la gorra -aclaró el Doctor Rarillo.
-Hombre, como tarea superheroica mucha enjundia no tiene.
-Solo tú puedes hacerlo.
-Hombre, eso ya es distinto. Hace falta alguien con mi don de gentes, mi temple ante las negativas y mi pulso firme de arquero sin igual.
-Bueno, sí. Y una gorra, más que nada. Aunque sea verde y con plumita -aclaró Esteban Rarillo-. No hay ni Cristo en toda la taberna que vista así de rid...
-¡Adelante, amigo! Yo te acompañaré en esta misión -se ofreció Bumerang ante la cara de pasmo de la Kosa.
-Bueno, va, al tajo. ¿Qué ibas a decir, Matasanos Foráneo?
-Rarillo, Doctor Rarillo. Iba a dec... ¡uuummmf!
-Mucho arcano, mucho arcano pero eres más torpe que un ladrillo, colega -le dijo Grima al oído.
Flecha Rijosa y Bumerang comenzaron a pasar la gorra, en plan cepillo de iglesia, entre los embarazados clientes de "El Eskrull Achispado".
-¿Un eurillo suelto para la causa, por caridad? -preguntó voluntarioso Flecha Rijosa al primer parroquiano envuelto en sombras que pilló.
-Dios se lo pagará -añadió Bumerang.
-En el Club de la Pira Inferna no pasaban estas cosas. Esto es muy incómodo, jobar -se quejó un sonrojado Damián Hellstrap, Satán Jr. para los amigos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario