domingo, 3 de mayo de 2020

Cuentos de "El Eskrull Achispado". Epílogo (99)

Afuera cae la noche. Dentro, en el despacho de abogados Belsué y Burdo, el joven y apuesto Mateo Burdo repasa la demanda que acaba de redactar con las hipersensibles yemas de sus dedos y al salirse de la hoja se clava en el dedo currín una astilla de la mesa de aglomerado del Ikea.
-¡Ay, ay, ay!
-¿Qué te ocurre, socio? -pregunta Yogui Belsué, alzando la vista desde su mesa junto a la ventana.
-Creo que me estoy desangrando.
-A ver. -Yogui se levanta y se acerca donde su socio-. Anda que no eres exagerao ni nada, Mati.
-Cómo se nota que no te has cortado tú, Yogui. Igual me tienen que poner puntos.
-Sí, maño, sí. Bueno, estoy muy ocupado. -Meneando la cabeza, Yogui vuelve a su escritorio a intentar hacer el sudoku nivel Nenaza que lo lleva por la calle de la amargura.
Con algo más de cuidado, Mateo Burdo vuelve a leer con los dedos la demanda. Lo cierto es que le ha quedado muy bien.

...por la presente, instamos procedimiento de habeas corpus a fin de que el Chupamuros, en adelante referido como EL DEMANDADO se presente in situ in puribus ipso facto y reconozca su mea culpa por su modus operandi motu proprio. Ítem más, como condición sine qua non, a fin de restablecer el statu quo de los Seis Izquierdosos, en adelante LOS DEMANDANTES, el aludido tendrá que revelar su alter ego públicamente en su alma mater, así como reconocer ab imo pectore ex profeso que LOS DEMANDANTES son el non plus ultra per se. Y que Vulturino es una rara avis sui generis.
Esperando que a EL DEMANDADO no lo salve de esta ni el sursuncorda, se despide suyo afectuoso.

Mateo Burdo
Belsué y Burdo Abogados

-Si es que me ha salido una demanda de bocata di cardinale, Yogui, macho. ¿Yogui?
Mateo enfoca hacia su socio su sentido de radar (sonar cuando se mete a la ducha). Yogui se ha dormido soltando babilla sobre la revista de sudokus.
Es su oportunidad. Con la precisión que da la costumbre, se desviste tirando la ropa por todo el despacho y se pone la capucha de Damedébil. Acto seguido, se enfunda la camiseta de licra con la marquilla por fuera y los pantalones elásticos del revés.
-Creo que estoy engordando -susurra, algo preocupado, antes de lanzarse por la ventana hacia la noche con el bastoncillo lanzacables en una mano y una copia de la demanda en la otra.

2 comentarios:

  1. Mutis para el final, para saborear cada risa. Felicitaciones, Mimomito. Te amo.

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  2. Gracias, esposica linda. Alguna que otra entrada más y ya... Te quiero.

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