domingo, 5 de abril de 2020

Cuentos de "El Eskrull Achispado" (72)

-A ver si los tontainas estos se ponen de acuerdo de una vez y nos vamos a buscar Pedrolos por ahí, que de tanto trasegarme White Russians se me está poniendo el culo que parece una roscadera -se quejó la Viudita Negra a su compañera de barra, palpándose las posaderas.
-Esta, en cambio, no engorda ni a la de tres -le dijo Mantisa, terminándose de un trago su quinto Pisco Sour.
-Chica, qué suerte. ¿Y cómo lo haces? -se extrañó Natalia Romanones, pellizcándole el culete a Mantisa.
-Desde que Esta convirtiose en la Marimandonna Celestial, trascendió a un estado superior y místico en el que no hay carbohidrato de más que valga. Consuma lo que consuma, los excesos de Esta se transmutan indefectiblemente en pura proteína y realzan sus ya de por sí considerables atributos femeniles.
-Jo, qué envidia, de verdad. Servidora se pega las tardes haciendo pilates como una loca y ni aun así. Si me hubieran hecho a mí Mamonna Celestial me iba a dar un atracón de pollo Kiev con vatrushkas, kéfir con leche condensada y helado kashtán de chocolate que tiemble el Padrecito Stalin.
-Esta te advierte de que llegar a ostentar mi condición cósmica no es peccata minuta que digamos. Dragona Lunar lo intentó sin éxito, y eso que venía recomendada por los monjes de San Lorién y además es calva, que es algo que da muchos puntos a la hora de trascender como Dios manda.
-¿Y eso?
-Esta estima que a la hora de viajar por el vacío celeste los vientos cósmicos alborotan la melena que no veas. Mira si no a Estrella Plateada, el Tribunal Vivales, Jalactus, Tierrax, el calvorota del Profesor Porno o el bombillo del Vigiliante.
Llegado este punto, Nos, el Narrador Omnímodo y Jacarandoso, no podemos sino intervenir para hacer ver que más que "bombillo", se trata de un caso de libro de lo que se conoce como "cabello fino". Dicho queda.
-Pues vaya pelazo que te gastas, hija. ¿Y los vientos cósmicos esos?
-Esta se echa la nómina en lacas.
-A ti te lo puedo decir, Manti, ahora que no nos oye nadie: estoy hasta los bustos de teñirme de pelirroja. Servidora es castaña natural, pero mi agente me dijo que así vendía más e igual hasta me caía peli y todo.
-Esta se alegra de compartir confidencias contigo.
-Jo, tía, qué pena que no nos hayan elegido en el mismo equipo. Oye, ¿quién es el cachas blancucho ese que te está comiendo con los ojos? ¿No es Kalibán, de los Morlacos?
-Esta te ruega que no le devuelvas la mirada. Por favor, qué vergüenza.

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