sábado, 25 de abril de 2020

Cuentos de "El Eskrull Achispado" (91)


Mientras Uatutrí, que soy yo, volvía de sacar la basura para ponerse a narrar en condiciones en su cuartito lleno de cachivaches -¿he escrito yo eso?- con vistas a la Tierra, en "El Eskrull Achispado" el profesor Porno comenzó a sudar profusamente, que es como sudar mucho pero en fino. ¿Exceso de pintas de cerveza? ¿Un ataque inesperado de tercianas? ¿El coronavirus? ¿Un caldito demasiado caliente? ¡No! Carlos Francisco Javier estaba comunicándose mentalmente con media docena de parroquianos a la vez, que es algo que cansa mogollón, de ahí las sudadinas del telépata calvorota.
-Arcangelico, majo. ¡Dichosos los ojos! Pasa y siéntate en mi cabeza.
-Hombre, Profe, tenemos confianza pero tampoco hay que pasarse -dijo Arcangelico.
-Quiero decir que te pongas cómodo dentro de mi fabulosa mente, que hay mucho espacio.
-Ah, eso es otra cosa. Mejor me quedo volando por aquí. ¿Qué quería?
-Qué cosas tienes, era por saludarte.
-Es que siempre que llama usted a la Patrulla Picante toca marrón de los gordos.
-Qué va, nada de eso. Era solo para que me recomendaras al tiracosas australiano líder de tu equipo para que quite al cabeza pepino de Lidl y me incluya a mí.
-Yo le pregunto, pero está difícil, profe.
-Ya me cuentas. ¿Bruja Escarchada? Pasa, pasa y siéntate... -el Profesor Porno alzó la vista hacia Arcangelico-. Busca un sofá de guata estampado dentro de mi mente y ponte cómoda, bombón.
-Oye, carcamal, a ver esas confianzas, que podría ser tu nieta -le reprochó Guanda Minimoff sacando a pasear la mano de lanzar hechizos.
-Relaja la r... o sea, no te sulfures. Quería decir "jovenzana turgente".
-Eso sí, la más prieta de mi equipo. Al grano, matusalén.
-¿Recuerdas cuando eras mala y formabas parte de la Hermandad de Mutantes Diabéticos con tu canoso hermano Mercromino y vuestro papá Mañeto? ¡Anda que no nos dimos de tortas la Patrulla Picante con vosotros! Qué buenos tiempos, ¿verdad?
-A ver si leemos más tebeos míos porque hace ya un porrón de años que me volví otra vez más mala que arrancada, viejales.
-¿Y no te gustaría desunir el equipo en que estás ahora, simpática? Cargándote a Modorrok, se me ocurre, así a bote pronto.
-Pues fíjate que no me disgusta del todo la idea... pero no. Que ahora soy otra vez de las buenas y mientras me dure el siroco no es cosa de hacerles semejante canallada. Oye, ¿qué tienes aquí escondido? -dijo Guanda Minimoff, metiendo la mano debajo del sofá-. Sukia, Odeón, Hembras Peligrosas, Lib...
-Se me debieron traspapelar ahí cuando era joven. Es que tengo mucho espacio en mi cabeza y siempre se queda algún rincón sin limpiar...  -se excusó el Profesor Porno.

2 comentarios:

  1. Me divierto mucho con las escenas que pintas con esa policromía mágica de tu voz. Hala que te amo, mimomito hermoso. Muakisicos de coloricos.

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  2. Gracias, churrita linda. Ese es el objetivo, divertir a quien lo lea y de paso divertirme yo. Te quiero...

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