-Hombre, Robby, ¡cuánto bueno por aquí! -se alegró la Bestiola, yendo hacia la mesa de churrascos y congelados.
-¡Juanqui, guapo, a mis brazos! -lo estrechó con fuerza el Hombre Sorbete.
-¡Menudo fresquete que sueltas, majo!
-Es que ahora soy un mutante Omega-3.
-¿Comes mucho pescado azul? Antes te pirraban las hamburguesas.
-No, quiero decir que ya no soy el pardillo de la Patrulla Porno y ahora soy superpoderoso de la muerte, no sé si lo sabrás. Como hace tanto que no nos vemos...
-Creía que el pardillo era el Angelico...
-Va, siéntate que te presento a los colegas: Jacobo Frisqui, alias la Nevera, Ilusión, la Cerilla Humana Original y la otra y Martinezx culito prieto.
-Mucho gusto, chavales.
-¿Cómo que "la Nevera"?
-¿"La otra"?
-Pues sí que tengo los glúteos duros. No me había percatado. Será el silicio.
-¿Te acuerdas de cuando salíamos juntos con las titis, Bestiola?
-Qué tiempos...
-Lo bien que la pasemos...
-Y lo que disfrutemos... -abundó Juanqui McCoy.
-¿Cómo se llamaba la tuya?
-Vero... ¡La Vero! Y tu churri era...
-¡Zeldilla! La camarera del café A-gu-gú...
-¿Sus papás le pegaban fuego a la Nintendo? -quiso saber sin resultado Jacobo Frisqui.
-... Que el primer día que salimos nos topamos con el mamón de Calviño Ranking y nos dio una paliza...
-Aún me acuerdo del patadón que me dio en el cogote... -dijo un soñador Juanqui McCoy.
-A mí me tiró hielo a la cara y todo -rememoró Robby Drake.
-No, si en el fondo era un tío majo...
-No como la Cerilla clónica esta que casi se me liga a Zeldilla en la cafetería. Si es que ya no quedan enemigos como los de antes...
-Agua pasada no mueve molino -se excusó Juanito Tormenta-. Aparte de que a Zeldilla la usabas de tapadera.
-No entiendo -dijo la Bestiola.
-Nada, nada. Oye, tenemos que quedar un día de estos -cambió de tema el Hombre Sorbete.
-Claro, hombre. Lo que pasa es que ando muy ocupado últimamente.
-Con Monsi Williams, ¿verdad?
-Sí... no... o sea... Solo somos amigos.
-Te quiero, Juanqui -confesó Robby Drake, abriendo los brazos de par en par.
-Y yo, Robertito, y yo.
-Mucho abrazo a deshora veo yo por aquí -dejó caer Jacobo Frisqui.
Y aquí sigues. Es algo que admiro en ti, la sigues y la persigues. Y llegas hasta el final. Esa pasión de ti por la palabra le vendría muy bien a la vida. Creo en tu capacidad para recrear universos. Y también te admiro y te amo.
ResponderEliminarGracias, amor mío, por tu apoyo y por darme alas para continuar, escribiendo y en la vida juntos.
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