-Hola, nenas, ¿qué tal va la cosa? -se lanzó Jacobo Rosel, a quien Kalibán seguía a la fuerza con eso de que le arrastraba del brazo.
-Pues ahí enfrente lo puedes ver tomándose unas cañas con su amigo tiracosas australiano sin superpoderes.
-No, que digo que si estudiáis o trabajáis.
-Ah, haberlo dicho. ¿Tú eres el niño de papá de J. Jonás Jasón, el editor del Daily Bugger, no?
-¿Ese advenedizo del Lob-hombre? No fastidies. Estás hablando con Jacobo Rosel, el auténtico Lobisome. Que todavía hay clases, por dios.
-Esa boca, josplis -se quejó Damián Hellstrap desde la mesa de al lado.
-Pues no veo yo la diferencia -se choteó la Viudita Negra.
-A ver, que el tontaina ese fue el conejillo de Morbidus, mientras que servidor se ha codeado con lo más granado: Topacia, Tigraca, la Legión de Monstruosos, Turno Nocturno...
-Y con los Hijos de las Tantas, que también estaba yo -añadió Satán Jr.
-Oye, ¿nos presentas a tu amigo, Jacobo?
-Claro, este es Kalib...
-No, digo a ese tan guapo del tridente, el que estuvo contigo en los Hijos de las Tontas.
-Damián Hellstrap, mucho gusto, señoritas -dijo Satán Jr. alzándose de su silla y besándoles las manos con una inclinación bien elegante.
-A Esta le complace en grado sumo la apostura del inesperado circunyacente.
-¿Lo qué? -preguntaron a alimón la Viudita y el Lobisome.
-Que a Esta Damián le parece muy mono.
-Eso se arregla arrancándole la cabeza -habló por fin un colorado Kalibán.
-¿Estás soltero, Damiancete? -preguntó la Viudita Negra.
-Esto...Cómo os lo diría... El caso es que tengo una esposa, pero ahora mismo no sé si está loca, en el infierno, muerta o resucitada...
-Ah, no. A nosotras nos gustan los hombres sin ataduras. Cuando te aclares, nos das un toque.
-... -puntisuspenseó Satán Jr. antes de girarse de nuevo corrido hacia su mesa.
-Este es Kalibán -aprovechó para presentarlo Jacobo-. Dale dos besos, apamplao... -susurró.
-Jo, qué corte. ¿Tú eres la Marimandonna Celestial, no? -preguntó Kalibán.
-Esta lo es.
-¿Tienes novio?
-A Esta los novios le duran poco pues en las postrimerías del ayuntamiento carnal ha de desmocharlos a fin de seguir siendo Marimandonna.
-¿Y en cristiano? -preguntó Kalibán.
-Que Esta les corta la cabeza en mitad del quiqui.
-Cásate conmigo -le pidió Kalibán, de rodillas. Ñangotándose que se dice, vamos.
Me gustas... sí, me gusta leerte,me gusta cómo escribes, te admiro muchísimo, mi amor maestro de las palabras. Gracias por compartirlo. Teamocomoelhipopotamoamaalahipopotamamama
ResponderEliminarGracias, mi momita linda. Te amo...
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