-Bien, ustedes dirán.
-A ver cómo se lo explicamos... -comenzó Karmen-. No sabría por dónde empezar...
-Ojo que nos sale a euro y medio el minuto -le advirtió Doc Octópodo.
-Spideyman no dejarse pegar por nosotros, nosotros salir trasquilados -abrevió Karmen.
-Como en las pelis de Tarzán, qué recuerdos -rememoró Vulturino-. Solo que sin bigote y en blanco y negro.
-En este caso, yo les recomendaría a ustedes una orden de alejamiento.
-Será de acercamiento, si no a ver cómo le zurramos, tron.
-Una posibilidad sería solicitar la adopción con custodia compartida. Así podrían írselo pasando de casa en casa y apalizarlo por turnos.
-Pues no es mala idea -comentó Bumerang.
-Graaooarrg.
-Di que sí, Lagartijo. Mejor no meterse en fregaos de multipropiedad -dijo el Hombre de Arenilla.
-Pues a mí me suena chupilerendi.
-¿Sabes dónde te puedes meter la pecera, Quintín?
-Oiga, ¿y no podríamos ponerle una demanda? -preguntó Doc Octópodo.
-¿En concepto de qué?
-En concepto de Voltaren, tiritas, cabestrillos y visitas al fisio y ortoprotésico, psicólogo y psiquiatra.
-Se refiere usted a daños físicos y morales.
-Sobre todo físicos -concretó Bumerang.
-Tendrían ustedes que demostrarlo -les informó Mateo Burdo antes de preguntarle a su socio-: Oye, Yogui, ¿ahora es de día o de noche?
-De tarde, Mateo. ¿Por?
-No, por nada.
-Eso está chupado -se alegró Bumerang-. Los siete salimos en montones de tebeos en los que Pedrito Parkour nos da para el pelo sin despeinarse.
-Siento decirles que eso no constituye una prueba concluyente. Hasta una picapleitos de tercera como Julka se nos subiría a la chepa en el juzgado. Los tebeos no son reales: cualquiera podría dibujarlos y guionizarlos a ustedes en ellos.
-En eso tiene razón, señor don abogado -reconoció Bumerang.
-A mí me gustaría que la Jeny se me subiera a la chepa, tron.
-Graaaoor...
-Al Lagartijo también.
-Yo ya no estoy para esos trotes -se lamentó Vulturino.
-Tal vez podríamos presentar una querella por injurias. ¿Les ha injuriado Spideyman en alguna ocasión mientras los apalizaba?
-A mí me llamó gafotas -dijo Orto.
-A mí me dijo Bombillo -coincidieron Vulturino y Misteriete.
-Graaaoarrg.
-Salamanquesa -tradujo el Hombre de Arenilla-. A mí me llamó sarasa cuando me mezclé con Aguamán, eso sí que es tener mala baba.
-Segundón -gimoteó Bumerang.
-Tarao, tron.
-Village People -dijo Karmen el Cazador.
-Bien, creo que es suficiente para iniciar la querella.
-¿No es su palabra contra la nuestra? -preguntó el Hombre de Arenilla.
-Sí; ustedes tienen siete palabras y él una -aclaró Mateo Burdo.
-De acuerdo entonces, usted vaya moviendo el tema, Sr. Burdo -le instó Doc Octópodo.
-¿Qué hay de mis honorarios?
-Se lo mandamos por transferencia, descuide usted -colgó Bumerang.
¡Genial! Me gusta mucho como escribes. Me gustas tú, mimomito bello, teamocomoelhipopotamoamaalahipopotamamama. Te adoro, mi vida bella.
ResponderEliminarThankyous my precious baby :)... I love you putamente!
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