miércoles, 29 de abril de 2020

Cuentos de "El Eskrull Achispado" (95)

-Nosotros nos vamos ya a la cara oculta de la Luna, que para luego es tarde -se despidió Bumerang de la concurrencia, así en general-. ¡Pelotón! ¡Marchen! ¡Victoria o muerte!
-Igual te has sobreactuao un poco, Bomby, colega -le dijo la Kosa.
-¿Tú crees? Es que estoy algo nervioso con tanta responsabilidad.
-Volvemos en un par de días a todo tirar, tú no te preocupes, Magalí, chata -se despidió Grima de la camarera.
-No hay prisa -dijo Marlene.
Fuera de "El Eskrull Achispado" reinaba la noche, que es una cosa que se dice siempre, pero uno no sabe muy bien por qué, porque nunca ha visto una señora con corona sentada en su trono a las tantas ni nada parecido.
-¿Cómo llegamos hasta allí? -preguntó Ojo Falcónido, apuntando con su arco hacia la luna llena.
-Pues está chungo. Y eso que es to´ tieso -dijo la Kosa.
-A mí no se me ocurre nada -reconoció Lidl, bajando la mirada.
-Regocíjase mi corazón de guerrero en no teniendo que ir a ver a mi papá, que me tiene inquina -dijo Thordo-. Yo podría llevaros hasta el refulgente astro supra nos, pues que como dios no preciso respirar, mas que mis arrojados compañeros de armas asfixiaríanse en el empeño.
-Hay que ver qué pico de oro tienes, rubiales -le dijo Madame Güeb.
-Esta no puede llevar a nadie cuando se proyecta en el espacio. Aparte de que esta prefiere ir a Guakanda a cortar cabezas con Kalibán.
-A ver, yo, en mi humilde calidad de sumo mentor de las artes místicas, conozco un hechizo que nos vendría de perlas. Solo tiene un pequeño pero...
-¡Desembucha, Rarillo! -lo animó la Kosa.
-Si lo uso yo solo va como la seda, pero por cada acompañante que venga de paquete, la probabilidad de que el hechizo falle aumenta un diez por ciento.
-Espera, que cuento. A ver... quietos en el sitio, leñe... Diez, somos diez -contó la Kosa.
-Igual es mejor no arriesgarse -recomendó Ojo Falcónido.
-Igual. Esperadme un momento -dijo Bumerang, volviendo a entrar en "El Eskrull Achispado".
-¿Adónde va el tiracosas? -se extrañó Esteban Rarillo.
-CLAK-CLOK -clakclokeó la noche, que a lo mejor sí tenía corona después de todo.
-¿Quién vive? -preguntó Thordo hacia la fuente del ruido.
-Si es Rarillo y compañía, mecagontusmuelas. Me alegro de veros, mamones. ¿Alguien quiere comprarme un maneki-neko? A euro la docena. Incluyen pilas -ofreció Zorrezno, saliendo de debajo de una montaña de gatos de la suerte chinos.

2 comentarios:

  1. Aquello del reinado de la noche está genial, como eres tú, mi amor bello. Te amo.

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  2. Gracias, churretita hermosa :). Te quiero...

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