-¿Dónde se han metido?
-Kalibán y Jacobo Rosel están pelando la pava con la pavisosa de Mantisa y la culigorda de la Viudita Negra; la Bestiola, charrando con el Hombre Sorbete y colegas; Karmen de reunión con los Seis Izquierdosos y Loba Viperina y Tigre Blancurrio dándose el lote en el lavabo de señores, que me lo van a dejar perdido de pelos y fluidos -se quejó Marlene Milagros.
-Ya no quedan súbditos como los de antes -se lamentó la Panthera.
-Nun, das ist falsch; ninguno de ellos es guakandiano. Yo tampoco, ya puestos. ¿Le apetece una madalena? Han salido un poco espesas -dijo Conrado mirando hacia Marlene-, ...pero están muy ricas.
-Eso se arregla en un plisplás, hombre. ¡A ver, los que habéis venido conmigo, os concedo la nacionalidad guakandiana a la de ya!
-Es usted muy amable, euer Majestät.
-Ahora ya sois los siete mis súbditos, ¿no?
-Jawohl.
-¡PUES VENGA PARA AQUÍ TODOS CAGANDO LECHES U OS DRONEO A LASERAZOS!
-Mecacho, ahora que ya casi la tenía en el bote -refunfuñó Kalibán-. Marimandón Celestial nada menos que hubiera sido. Es para arrancarse la cabeza.
-Yo en cambio a la Viudita no la veo para una relación muy a largo plazo -dijo el Lobisome.
-¿Como guakandianos de pro tendremos derecho a un terruño para plantar pimientos? -quiso saber la Bestiola.
-Ya se verá -dijo la Panthera.
-¿Y derecho de pernada con negras culonas de labios pulposos? -preguntó Karmen el Cazador-. Lo decía usted en el himno, su alteza.
-Ah, sí. El día que lo compuse estaba yo especialmente inspirado, ¿no te parece, simpático siervo bigotudo?
-Es que sus letras de usted juegan en la misma división que las de los Beach Boys, The Queers, Rob Zombie y Chambao.
-Y que lo digas. Estoy por nombrarte senescal del reino, fíjate tú.
-¡Más claro no canta un gallo, mi pana! ¿Puedo irme pa´ Guakanda enseguidita? Es que estoy en un rush porque allá en mi San Juan de Puerto Rico hice un cerrucho con los socios y me puse bien atómico con sus chavos.
-¡Me voy contigo, cari! -dijo Loba Viperina, tomándolo del brazo.
-En Baviera estaba yo más tranquilo. Ach! Allí solo me lanzaban piedras -dijo Acosador Nocturno, tirando al suelo dos madalenas duras sin que lo viera Marlene Milagros de Todos los Santos.
Empeño y plan. Y un exquisito manejo del idioma en el tono que te apetezca. Siesque no puedo dejar de decir cuánto te admiro. Cuán bien tejes palabras y la maestría de tu prosa. Aparte de cuánto te amo, mimomito hermoso, felicidades, te adoro.
ResponderEliminarGracias, esposica linda, por tus comentarios y todo tu apoyo.. Te quiero, mamorrrr...
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